No voy a entrar en lo que sucedió allí por que no estuve presente. De lo que voy a opinar es de la explosión que se ha generado en las redes sociales a raíz de ésto y del desatinado"twitt" que el refuerzo exprofesional de los Próceres, el jugador del cuadro interior Sergio Miranda, posteara en su cuenta y del cuál ya el propio jugador se retractó aduciendo que su intensión no fue ofender a nadie y que solo se refería a lo que paso en el partido Tampoco voy a apoyar sus expresiones hechas desde la "baqueta" tal vez en un momento de frustración y que ya el propio jugador está resintiendo. Su posterior reacción a toda esta tormenta las pueden leer en la edición de hoy del periódico El Nuevo Día. Está de parte de los aficionados y fanáticos aceptar o no estas disculpas y creer en su arrepentimiento. En mi plano personal le voy a dar el beneficio de la duda y creo que Sergio aprendió la lesión. Los impulsos emocionales y las frustraciones no nos deben dominar bajo ningún concepto. Si esto sucede, caemos en lo que cayó él y como bien dijo, tendrá que enfrentar las consecuencias.
Dicho ésto, voy a proceder a dar mi punto de vista sobre por qué creo que este incidente entre Sergio Miranda y los aficionados no debe pasar de ahí. Esta no es la primera ocasión en que se genera una polémica entre aficionados y exprofesionales. Recordemos la avalancha de comentarios de parte y parte cuando se trajo a discusión la posibilidad de conformar un equipo de aficionados para integrarlo al torneo profesional. En aquella ocasión la polémica se quedó en las redes sociales y en la prensa. Esta vez podría no ser así por lo que he leído en diferentes foros y a esa posibilidad es que va mi llamado. A tratar de evitar en lo que pueda, una confrontación de la cual se generen más e irreversibles consecuencias.
Rechazo todo tipo de expresión que contenga lenguaje ofensivo y despectivo y a nivel de la Liga de Béisbol Profesional de Puerto Rico, se debe aplicar la sanción o medida disciplinaria correspondiente de acuerdo a su reglamento.
PUERTO RICO PIDE PAZ.
Nuestro querido Puerto Rico vive momentos de mucha tensión en las calles debido al alza dramática e incontrolable de la ola criminal que nos arrebata nuestro derecho a vivir en paz. Nos esta quitando nuestra libertad de movimiento, distracción y esparcimiento familiar. Nos está privando del pleno disfrute de actividades al aire libre, entre ellas la que nos apasiona tanto, el Béisbol Doble A.
Como padre de tres hijos, de los cuales uno es pelotero aficionado y otro que juega en las ligas infantiles (Cat. 7-8 años), precisamente en el pueblo de Barranquitas, no puedo estar de acuerdo ni mucho menos apoyar la violencia dentro del béisbol doble A. He leido comentarios como que hay que "tumbar", "le voy a tirar a la cabeza" o "recta a las costillas" que lo que hacen es caldear los ánimos y provocar que en el próximo juego de los Proceres se desate una rellerta mucho peor de la que se desató en Cidra. Mi llamado es a que, como seres humanos pensantes, recapacitemos y pongamos de nuestra parte para que la violencia no se apodere del deporte que siguen tantos y tantos niños, muchos de los cuales ya tienen como pasatiempo favorito jugar béisbol como sus padres, tíos, primos o amiguitos.
Es eso lo que realmente queremos enseñarle a nuestros niños cuando visitan alegremente un parque para apoyar a su equipo favorito? Para vitorear a su papá cuando conecta de imparable? Para aplaudir a su hermano cuando atrapa en excelente jugada, un batazo? Para gritarle "Eso es!!!" a su primo lanzador cuando propina un ponche? O queremos enseñrle a "tumbar" al contrario?Creo que la respuesta de todo el que lea ésto es un rotundo NO!
Nuestros niños y fanáticos no se merecen este tipo de "espectáculo'. Démosle un verdadero espectáculo con el bate, guante y la bola. Démosle un buen BÉISBOL DOBLE AA!!
Dios los bendiga y que viva el béisbol!!
Dios los bendiga y que viva el béisbol!!
